El reino visigodo en España cae en el 711 ante el avance musulmán.
El tercer año, habiendo ya combatido el mismo Tarik con Rodrigo, entró Musa Iben Nusair, y pereció el reino de los godos, y entonces todo el honor de la estirpe de los gótica pereció por el pavor y el hierro. Acerca del tal rey Rodrigo, nadie sabe cosa alguna de su muerte hasta el presente día.
Pero, dominada por los árabes la tierra junto con el reino, toda la flor de la estirpe pereció por el pavor y por el hierro. Puesto que no hubo en ellos una penitencia digna de sus delitos y puesto que desoyeron los mandatos del Señor y lo establecido en los Sagrados cánones, el Señor los abandonó, de manera que no poseyeran la tierra deseable. Y los que, asistidos por la diestra del Señor , siempre superaban los ataques enemigos y postraban las armas de guerra, por sentencia de Dios, vencidos por unos pocos, fueron reducidos casi a la nada, y se sabe que muchos de ellos permanecen hasta hoy sojuzgados. También la ciudad de Toledo, vencedora de todas las gentes, sucumbió vencida por los triunfos ismaelitas, y sometida a ellos les sirvió. Y así, conforme a sus pecados, España se derrumbó en el año 380 de los godos.
Crónica Albeldense en Crónicas Asturianas. Ed. Gil Fernández, J. L. Moralejo y J.I. Ruiz de la Peña. Universidad de Oviedo. 1985. p. 257.En: Mitre Fernández, Emilio. Textos y documentos de época medieval (análisis y comentario). Ariel. Barcelona, España. 1992. p. 51.
Carlos Martel vence a los musulmanes en Poitiers (732)
Continuando Abderramán la persecución del mencionado duque Eudo, mientras se detiene a destruir palacios y quemar iglesias, e intenta saquear la diócesis de Tours, se encuentra con Carlos, consul de Austria, hombre belicoso desde su infancia y muy versado en asuntos militares, de antemano advertido por Eudo Después de atormentarse durante casi siete días unos y otros con pequeños enfrentamientos militares, al fin se despliegan en batalla y en dura pelea, permaneciendo las gentes septentrionales inmóviles como una pared y manteniéndose en bloque como el hielo en época invernal, pasan a espada en un abrir y cerrar de ojos a los árabes. Cuando la gente de Austria, sobresaliente por la robustez de sus miembros y por su vigorosa mano de hierro, mata, hiriéndole en el pecho al rey (Abderramán) que le había salido al encuentro, la noche interrumpe al punto la batalla, y desdeñosamente levantan sus espadas, reservándose para la lucha del día siguiente, al ver la gran extensión del campamento árabe. Por la mañana, saliendo de sus habitáculos, los europeos divisan las tiendas de los árabes... enviaron exploradores y pudieron averiguar que todos los ejércitos islamitas habían huido y que durante la noche, calladamente, en apretada columna habían regresado a su patria...
Crónica mozárabe de 754. Ed. J. E. López Pereira. Zaragoza. Anubar. 1980. pp. 99 -101. En: Mitre Fernández, Emilio. Textos y documentos de época medieval (análisis y comentario). Ariel. Barcelona, España. 1992.
Los musulmanes derrotados y rechazados de Constantinopla (año 677).
Constante fue muerto a traicion por sus criados en Sicilia cuando estaba en el baño. Después de haber reinado veintisiete años, le sucedió su hijo Constantino IV.
Fue al comienzo de su reinado cuando el príncipe de los sarracenos equipo una potente flota, de la que dió mando a un excelente hombre de guerra llamado Caler. Este abordó el Ebdome, qie está en las afueras de Constantinopla. Constantino le salió al encuentro con gran número de barcos. Cada día se dieron varios combates y la guerra siguió sin descanso desde la primavera hasta el otoño, en que la flota enemiga se retiró a invernar en Cizico. Volvió en la primavera siguiente para proseguir la guerra que, de esta forma, duró siete años. Pero, al fin, como éstos bárbaros, lejos de conseguir ventajas, habían perdido algunos de sus más valientes hombres, se retiraron a su país, siendo atacados por una tempestad en la cual perecieron casi todos.
Cuando el príncipe de los sarracenos supo la nueva pérdida de su flota, envió embajadores al emperador para solicitar la paz y ofrecer un tributo. El emperador aceptó la propuesta y envió hacia ellos a Juan, patricio llamado Petzigodio, hombre de rara sabiduría y profunda experiencia. Cuando a su pais acordó una tregua de treinta años, durante la cual pagaron treinta mil piezas de oro y entregaron cincuenta hombres y cincuenta caballos.
Apenas la noticia llegó a los ávaros, enviaron presentes al emperador, solicitándose la paz que se acordó. Así, tanto Oriente como Occidente disfrutaron de una profunda calma y una perfecta tranquilidad.
Histoire des empereus Constantin, Heracle et leurs successeurs por Nicéforo, patricio de Constantinopla, en t. III de Histoire de Constantinople, París, ed. Cousin, 1685, 99. 358 -359. En: Mitre Fernández, Emilio. Textos y documentos de época medieval (análisis y comentario). Ariel. Barcelona, España. 1992. p.64.