Según una ley sancionada en el año 1999, todos los 18 de diciembre se conmemora el Día del barrio de Liniers. En sus orígenes el barrio de Liniers estaba formado por chacras y estancias. Como la gran mayoría de los pueblos y varios barrios de nuestra hermosa ciudad, la historia del barrio está ligada a la historia del ferrocarril. En 1857 se inauguró el ferrocarril saliendo desde la estación Del Parque -donde ahora está emplazado el Teatro Colón- llegando hasta Floresta. Hacia 1858, el ferrocarril llegaba hasta la actual Ramos Mejía. En 1872, la empresa ferroviaria autoriza -a través de una acta- a Francisco Sosa la instalación de una estación. Así, el 18 de diciembre la nueva estación fue denominada Liniers. ¿Por qué el nombre?. El nombre fue una sugerencia de las Hermanas de la Casa de Ejercicios. ¿El motivo?. El virrey Santiago de Liniers, el héroe durante las invasiones inglesas, fue uno de los principales benefactores de la Congregación. Durante los primeros tiempos la zona era escasa de pobladores mientras que abundaban los pastizales y las quintas. De ésta época data uno de los símbolos del barrio: la Iglesia de San Cayetano. La vieja capilla fue inaugurada el 30 de septiembre de 1875. La construcción se realizó en un predio donado por las Religiosas de la Sociedad del Divino Pastor, quienes también corrieron con los gastos que devino la construcción del colegio. Para los comienzos de siguiente centuria la empresa ferroviaria -Empresa Ferrocarril del Oeste- comenzó con la construcción de diversos edificios destinados a los talleres. Esta inversión repercutió en el crecimiento del barrio al instalarse numerosos pobladores -la mayoría relacionados con el ferrocarril. A partir de la segunda década el barrio comenzó con un crecimiento acelerado, reflejado en la subdivisión de quintas. Para inicios de la segunda década (1911) llegó el travía al barrio. Otra de las características de éste barrio los constituye el barrio de las mil casitas. La historia de éste barrio también es de ésta época. Precisamente de 1913. Ese año se sancionó la Ley Cafferata que impulsaba la construcción de casas baratas destinadas a empleados y obreros. Para ello la Municipalidad contrató los servicios de una empresa.Se llama mil casitas justamente porque el contrato con la empresa implicaba la construcción de 1000 casas. El contrato fue inclumplido por la empresa que solamente cnstruyó 500 casas. Una vez rescindido el contrato, las casas fueron retenidas por la Municipalidad.